Despues de años de experiencia cada vez me doy mas cuenta de la enorme diferencia que supone tener música en directo en un evento, por ejemplo una boda.
Frente a una grabación, la música claásica aporta calidez, distinción y elegancia.
La melodía de un violín, un violonchelo, el lirismo de los instrumentos de cuerda…eso que pone los pelos de punta, esa magia que es imposible sin el directo.
Ahi esta, para ti, acompañando cada instante especial, desde la bienvenida a los invitados, la triunfal entrada de la novia o el momento culmen del si quiero.
Y es que cuando no esta, falta algo…No puedo imaginarme a Meryl Strepp subida al avión con Robert Redford sin los acordes del Memorias de Africa de John Barry, o a Audrey Hepburn frente al escaparate de Tifanny´s sin que suene Moon River. Porque en realidad la música que suene en ese dia será la banda sonora de vuestra película, esa que permanecerá en el recuerdo para el resto de la vida.
Todos tenemos una música que nos mueve, la primera canción, el primer baile, vuestra película favorita. La música nos llena de emoción, hay parejas que prefieren el estilo solemne o de recogimiento en una ceremonia religiosa, con un repertorio litúrgico que es lo mas adecuado en este tipo de ceremonia.
Hay parejas que buscan una línea mas romántica si se trata de una ceremonia civil. Y si amenizamos un coctel podemos atrevernos con mil cosas porque por suerte, la Música es muy grande y las posibilidades son infinitas.
«Las cuerdas se agitan para que suene El tambor del alma y de la voz.
Son cosas que salen de los dedos, Nacidas de un sitio del más allá. Es preciso que el violin nos deje Ver el cielo y el mar, Para sentir que estamos vivos, Nada mas» Victoria Ponce
